Un caso emblemático fue del juego Pókemon GO.
Al principio este juego no tenía chat, por lo que un programador aprovechó la opotunidad para emprender un proyecto de chat enfocado en los usuarios de
dicho juego, incluso endeudandose en comprar infraestructura de servidores.
Pero duró poco la moda, y quedó con la deuda y los servidores. Si este developer hubiese preferido usar GCP, sólo hubiese pagado lo que utilizó, y no hubiese quedado endeudado
por pensar que la moda de la aplicación no pasaría.